Cómo incubar huevos fértiles
Todo lo que necesitas saber para preparar huevos para incubar
Antes de colocar los huevos en la incubadora, es importante empezar con huevos limpios, fértiles y de buena calidad. Los huevos deformes, sucios o agrietados no tendrán buena tasa de eclosión, y si huelen mal, ¡tíralos de inmediato! Para obtener los mejores resultados, usa huevos de gallinas sanas que no sean ni demasiado jóvenes ni demasiado viejas, y nunca los guardes más de 7 días. Cada día que pasan almacenados, baja la tasa de eclosión y el tiempo de incubación se alarga. Guarda siempre los huevos con la punta hacia abajo.
Nunca limpies los huevos con agua o toallitas: lo más seguro es cepillarlos suavemente para que los huevos puedan seguir “respirando”. Límpialos de la forma correcta para proteger la cutícula del huevo. La “cutícula” es una capa fina e invisible en la parte exterior del huevo que protege al pollito que crece dentro. Mantiene fuera los gérmenes y la suciedad al sellar los diminutos poros de la cáscara. Esta barrera natural es muy importante porque ayuda a mantener el huevo seguro y sano durante la incubación. Por eso nunca debes lavar los huevos antes de ponerlos en la incubadora. Si están sucios, cepilla con cuidado la suciedad suelta, pero deja la cutícula intacta: ¡está haciendo un trabajo importante!
Si usas huevos enviados por correo, ten en cuenta que la vibración y los cambios de temperatura durante el viaje pueden reducir el éxito de la incubación. Además, evita usar un marcador permanente para etiquetar tus huevos: en realidad puede dañar el embrión. En su lugar, etiqueta la bandeja o usa un lápiz.
Encontrar huevos aptos para incubar
La mejor edad para que una gallina empiece a poner huevos aptos para incubar huevos fértiles suele ser de 6 a 12 meses. Aquí tienes un desglose:
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Demasiado joven (menos de 5–6 meses): Las gallinas pueden empezar a poner huevos pequeños o de forma irregular (huevos hada). Estos primeros huevos a menudo no incuban bien porque no están completamente desarrollados ni son consistentes.
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Edad ideal (6–18 meses): Los huevos de gallinas en este rango de edad suelen tener el tamaño adecuado, cáscaras fuertes y mejores tasas de fertilidad. Este es el mejor momento para recolectar huevos para incubar.
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Más de 2–3 años: La fertilidad y la capacidad de incubación pueden empezar a disminuir a medida que las gallinas envejecen, y las gallinas mayores pueden poner menos huevos.
Para obtener las mejores tasas de incubación, elige también huevos de gallinas sanas y activas y de gallos de entre 8 meses y 2 años. Evita usar huevos de pollitas (gallinas jóvenes, las “adolescentes” de las gallinas) que recién empiezan a poner o de gallinas que ya pasaron sus mejores años de puesta.
Los huevos deformes, sucios o agrietados rara vez eclosionan, ¡y si un huevo huele mal, debe tirarse de inmediato!

Cómo usar el ovoscopio para huevos
La ovoscopia es el proceso de proyectar una luz a través de un huevo para ver qué está pasando dentro. Suele hacerse alrededor del día 7 al día 10 de incubación, cuando es más fácil ver el desarrollo temprano. Un buen ovoscopio potente —o incluso una pequeña linterna LED en una habitación oscura— puede ayudarte a ver vasos sanguíneos, un embrión en movimiento y una masa oscura en crecimiento dentro del huevo. Todas estas son señales de que tu huevo se está desarrollando con normalidad.
Si el huevo se ve totalmente claro después de 10 días, o tiene un anillo de sangre (una línea roja circular sin desarrollo), lo más probable es que haya fallado y deba retirarse para evitar contaminación. Si no estás seguro, espera unos días más y vuelve a ovoscopiar; solo ten cuidado de no alterar demasiado la temperatura y la humedad de la incubadora. Alrededor del día 18, deja de ovoscopiar y permite que los huevos permanezcan quietos para prepararse para la eclosión. En este punto, un buen huevo estará casi todo oscuro con una cámara de aire visible en el extremo más ancho.
Cómo se ven los huevos fértiles día a día

Hay diferentes tipos de ovoscopios disponibles. Los ovoscopios LED de mano básicos son económicos y funcionan bien para huevos de cáscara clara. Los ovoscopios de alta intensidad son mejores para huevos oscuros o moteados, como los de Marans o codorniz. Algunos ovoscopios avanzados vienen con intensidad de luz regulable o sellos de goma para un mejor ajuste sobre el huevo. No importa qué tipo uses, la ovoscopia te ayuda a seguir el progreso y aumentar tus probabilidades de una incubación exitosa.
Al incubar huevos en casa, no todos se convertirán en pollitos, ¡y está bien! Algunos huevos pueden ser fértiles pero dejar de desarrollarse a mitad del proceso. A estos se les llama “abandonados” o “quitters”.

Puedes ver una forma oscura que no se mueve o un anillo claro de sangre dentro del huevo llamado “anillo de sangre”. Esto significa que el pollito empezó a formarse pero no sobrevivió. Cuando haces el ovoscopio y no ves venas, hay mal olor o el interior se ve muy quieto después de muchos días, es momento de retirar ese huevo. Observar de cerca ayuda a mantener el resto de tus huevos seguros y sanos.
¿Tu gallina está lo bastante sana para poner huevos fértiles?
Para saber si una gallina está lo bastante sana como para poner huevos fértiles, fíjate en estos signos: ojos claros y alerta; fosas nasales limpias; plumas suaves; y buen apetito. Debe poner huevos regulares, bien formados y con cáscara resistente, y tener una cresta de color rojo intenso. Sus patas y pies deben ser fuertes y estar libres de hinchazones o llagas, y las heces deben verse normales. La fertilidad también requiere acceso a un gallo sano y maduro. Evita usar gallinas con signos de enfermedad, parásitos o patrones de puesta irregulares, ya que esto puede reducir el éxito de la incubación.
Cómo preparar el lugar perfecto para tu incubadora
Tu incubadora o nacedora debe colocarse en interiores, en una habitación con una temperatura estable entre 68°F y 82°F. Si supera los 86°F, la incubadora puede sobrecalentarse. Elige una superficie nivelada, lejos de la luz solar directa y a unos 60 cm de cualquier pared para que el aire pueda circular. Asegúrate de que la habitación esté bien ventilada: el aire fresco es clave porque los pollitos en crecimiento emiten dióxido de carbono. Si es necesario, usa un ventilador pequeño o abre una ventana para mantener el aire en movimiento. Para ayudar a que tu incubadora funcione bien, procura que la humedad de la habitación esté alrededor del 50–60%.
Cómo Almacenar e Incubar Huevos con Éxito
Guarda huevos limpios y fértiles por no más de 7 días. Usa un cepillo para limpiar los huevos, no toallitas ni agua. Coloca los huevos en la incubadora con la punta afilada hacia abajo. No mezcles huevos de pato o ganso con huevos de gallina o de aves de caza: portan gérmenes diferentes. Los huevos pierden humedad durante la incubación, por lo que el control de la humedad es clave.
Conceptos básicos de incubación para gallinas
Los huevos de gallina eclosionan en 21 días. Del día 1 al 18, los huevos permanecen en las bandejas de incubación y deben voltearse con regularidad. Si tu incubadora no voltea los huevos automáticamente, gíralos al menos de 3 a 5 veces al día, siempre un número impar de veces para evitar que descansen sobre el mismo lado durante la noche. Deja de voltearlos el día 18.

Marca cada huevo con una “X” y una “O” para llevar el control de los giros, y manéjalos siempre con las manos limpias. Girarlos con regularidad evita que el embrión se pegue a la cáscara.
El día 18, pásalos a las bandejas de nacimiento y deja de voltearlos. Mantén la incubadora cerrada del día 18 al 21: abrirla puede resecar a los pollitos y atraparlos dentro de sus cáscaras. Los ajustes de humedad son importantes:
Días 1–18: 50–60%
Días 18–21: 60–65%.
Abrir la incubadora demasiado pronto, especialmente entre los días 18 y 21, puede hacer que la humedad baje. Esto puede secar los huevos demasiado rápido y hacer que la membrana interna se pegue al pollito, un problema llamado “encogimiento” o “shrink-wrapping”. Cuando esto ocurre, el pollito puede quedar atrapado y no ser capaz de salir del cascarón o sobrevivir.
Nota: Sigue siempre las instrucciones proporcionadas con tu incubadora específica para obtener los mejores resultados. Los niveles de humedad pueden variar ligeramente según el modelo.
Por qué necesitas un higrómetro
Un higrómetro es una herramienta que mide la humedad, y es imprescindible para mantener tus huevos en el ambiente perfecto. Muchos incubadores modernos ya lo traen incorporado, pero si el tuyo no lo tiene, consigue uno pequeño externo para colocarlo dentro. Ayuda a asegurarte de que tus pollitos tengan la humedad justa para desarrollarse y nacer con seguridad.
Qué esperar si es tu primera vez incubando
Como criador primerizo, espera una tasa de eclosión del 50–70%, aunque los resultados pueden variar. Es normal que no todos los huevos fértiles eclosionen, especialmente si usas huevos enviados por correo o una incubadora manual. Algunos pollitos pueden tardar más en nacer y no todos sobrevivirán. Probablemente experimentarás una mezcla de emoción y nervios: la paciencia es clave durante los últimos días. Concéntrate en aprender, tomar buenas notas y mejorar tu instalación para la próxima vez.